Una fecha
difícil de olvidar, un día de luto para la ciudad de Valencia, cuantas familias
rotas, cuantas esperanzas truncadas, cuantos sueños pendientes de cumplir,
cuanto dolor y cuanta pena. No, esto no puede quedar así, esto no puede ser un
mero dato histórico de luto y decepción. No queremos que en esta fecha se
conmemore nada, ni que el recuerdo que cada uno de los familiares lleva dentro
de si, no puede servir para que otros justifiquen su moral.
El dolor se
convirtió en desesperanza, la desesperanza en incomprensión, la incomprensión
en desaliento y el desaliento en dolor. Han sido muchos años, siete sin ir más
lejos, los que han pasado ya desde el accidente de metro más importante de la
historia no solo de nuestra ciudad.
Son muchos años
de concentraciones cada día tres, de cada mes, de cada año, en a plaza de la Virgen , de la Virgen de los Desamparados
y así es como se han sentido,
desamparados, desamparados de justicia, dejados de la mano de quienes son los
representantes públicos. Les han mentido, les han intentado comprar, les han
estafado la vida, porque al dolor de la pérdida se une el dolor del olvido.
Esto no puede
quedar así, los ciudadanos no podemos consentir tamaña injusticia, tamaña
desvergüenza. No soy jurista, ni abogado, tampoco entiendo de leyes, pero sí
alcanzo a ver que la justicia es injusta en estos casos, que los responsables
no ejercen como tal, que los que tendrían que dar explicaciones ni están, ni se
les espera.
Los familiares
de las víctimas merecen todo nuestro apoyo, nuestro cariño y nuestra
comprensión. Es cierto que durante muchas ocasiones no éramos muchas las
personas que acudíamos a las
concentraciones, tuvo que ser un programa de televisión el que zarandeara nuestras
conciencias y nos empujara a exigir justicia.
Gritemos BASTA
YA, que los responsables sean eso, responsables, que los que urdieron la
estrategia contra la verdad paguen por ello, que los que consintieron y taparon esa sinrazón también tengan su merecido, no se a que
espera el Señor Fiscal a ordenar la reapertura del caso, no se a que esperan las Cortes Valenianas a reabrir una comisión que estudie “de verdad” lo que
ocurrió el día 3 de Julio de 2006.
Mientras tanto
que no se nos olvide esta fecha, esta fatídica fecha, los familiares no se lo
merecen, y los valencianos tampoco.
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