viernes, 30 de agosto de 2013

Mentir, pecado o delito

Esta siendo una costumbre demasiado habitual la de mentir sea donde sea y perjudique a quien perjudique, lo vemos a diario en los medios de comunicación, prensa, televisión, radio, etc., se está instalando la mentira como algo normal y cotidiano en el día a día, no tienes mas que ver en televisión o leer en la prensa las declaraciones de fulanito o menganito para ver el grado de desfachatez al que hemos llegado en el arte de mentir, incluso ante una mentira flagrante son capaces de quedarse tan panchos, pensando que el personal somos tontos y nos lo creemos todo.

La mentira esta llegando a extremos preocupantes, ya no se ruborizan ni lo dicen con la boca pequeña aquellos que pretenden hacernos creer lo que no es. Se utiliza como estrategia en algunos casos como en política, “miente que algo queda” es la frase que algunos estrategas de la política  actual dicen a sus pupilos a la hora de enfrentarse a un adversario.

El socio inseparable de la mentira es el engaño, tanto el PP como el PSOE se han adueñado de esa estrategia, mienten para engañar a sus propios votantes, mentir y engañar al electorado se ha convertido en deporte nacional. Otros partidos como EU o el Bloc/Compromís ya ni mienten, directamente engañan a los ciudadanos con posturas políticas que distan mucho de sus verdaderas intenciones, EU donde dice digo luego dice diego, se quedan tan panchos, y exigen a los demás lo que ellos no son capaces de hacer en su propia casa. Lo del Bloc/Compromis clama al cielo, no dicen lo que verdaderamente son, con lo que mienten con alevosía y muchos de sus votantes no son conscientes de lo que representan, ellos que son conscientes que no pueden gobernar nunca, caen en la tentación de mentir a toda hora, sin preocuparse de que esa mentira pueda perjudicarles. Estamos demasiado acostumbrados a ver como nos mienten incluso en los programas electorales, luego con decir que “las circunstancias me hacen no poder llevar a cabo mi programa electoral” es como cuando te confesabas y te decían que con un padre nuestro finiquitabas el tema.  

Por eso la iniciativa que propone UPyD me parece interesante además de necesaria, “mentir en sede parlamentaria tendría que tipificarse como delito”, la propuesta es muy buena y oportuna, mentir ante los representantes del pueblo no solo es una burla, tiene que considerarse delito, al igual que mentir ante la justicia lo es, mentir en el parlamento debería serlo, no podemos dejar que una mentira que afecta a la estabilidad y credibilidad de un país no sea castigada con una sanción económica como poco, o con una inhabilitación por lo menos. Propuestas como estas hacen que pensemos que aun es posible, transparencia, honestidad, ética… Ese es el proyecto que nos puede sacar de este atolladero.

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