martes, 4 de junio de 2013

La esperanza vence a la triste rutina

Tenía previsto escribir un artículo sobre liderazgo, pero el día a día me ha llevado a cambiar radicalmente.

 Comenzaba rutinariamente, un martes cualquiera de un mes cualquiera, pero la realidad de la vida a veces te da una bofetada cuando menos te lo esperas, o te da motivos de esperanza sin tu esperarlos.

 Como todo martes cualquiera de un mes cualquiera; y antes de emprender tu día a día, repasas la prensa como si miraras por una ventana para ver qué pasa fuera de tu entorno más cercano, y te encuentras con noticias que te motivan, otras  emotivas, otras te indignan (aunque últimamente es difícil superar la indignación ya existente) y otras incluso llegan a hacerte esbozar una sonrisa.

 Pero hoy no es un martes cualquiera de un mes cualquiera, hoy será un martes difícil de olvidar. La primera noticia que he leído en esa ventana me ha dejado tocado, solo el titulo de la noticia me estremece,”El cierre de comedores escolares lleva a más niños a la Casa de la Caridad”,  y leer la noticia me indigna y me deja triste, “el aumento del 38% es debido a que muchos comedores escolares dejan de estar operativos al acabarse las subvenciones publicas”.

 Creo que es un momento de reflexión, de reflexión profunda. Lo fácil sea decir que la culpa la tiene fulanito o menganito, que todo es culpa del PP o del PSOE o que los de EU no hacen nada por solucionarlo, que los sindicatos CCOO y UGT nada más ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Pero, qué estoy haciendo yo para que estas cosas no pasen, qué puedo hacer para evitar esta catástrofe. Es entonces viene la primera parte del titulo de hoy, la esperanza.

 Otra noticia del mismo diario me ha devuelto la esperanza dentro de la desazón y la tristeza que me abrumaba por la anterior. Llevo muchos meses asistiendo a la plaza de La Virgen cada día 3 del mes a las 19 horas en apoyo a la asociación de Victimas del Metro del 3J, (AVM3J). Pero en esta ocasión no he podido asistir por una entrevista de trabajo, no están los tiempos para desechar nada. En anteriores concentraciones asistíamos en la plaza, no más de treinta o cuarenta personas, y entre los asistentes algún miembro relevante de partidos políticos, del PSOE, EU, COMPROMIS e incluso de UPyD entre los que me encuentro como militante. Pero no pasó de ahí la cosa, los partidos no éramos capaces de enganchar con la ciudadanía para hacer que asistieran a algo que era de justicia.

 Pero el mes pasado un programa de televisión consiguió que la plaza de La Virgen, en Valencia se llenara de ciudadanos, consiguió lo que ningún partido político habíamos conseguido hasta el momento, movilizar la conciencia de la gente, me produjo mucha alegría ver la plaza con tantas personas con el único propósito de sumar, no pude pasar de la calle del Miguelete, me emocioné.

 Pero lo mejor ha pasado este lunes, el momento mediático televisivo ya no existe, nadie nos ha dicho que teníamos que asistir, y la respuesta popular ha sido masiva, era muy importante decirles a los familiares “no estáis solos, seguimos con vosotros”. Eso es lo que me da esperanzas para continuar movilizándome y animándome a decir: “SI SE PUEDE”

1 comentario:

  1. Arrancar tu trabajo con sonrisa, ante la situación reinante... es complicado. Pero si encima observas como los comercios están muchos vacíos y otros tantos cerrados. El caminar por las calles desilusiona, parece que seamos protagonista de una película trágica.. los comerciantes, no todos, son incapaces de atender con simpatía... el gobierno asfixia... y sólo gestos como el apoyo y movilización que tu explicas son motivadores a que todavía no hay desesperanza.

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